Recetas fáciles con kombucha - la segunda fermentación

La “segunda fermentación”

En mi artículo sobre la kombucha ya he hablado de los efectos que tiene este té fermentado para la salud.

Por supuesto que ya puedes beber la kombucha que preparaste con esta receta básica.

Pero lo divertido empieza ahora.

La “segunda fermentación” es la parte que más mola al hacer kombucha en casa. Aquí tienes la oportunidad de ser creativo.

En la elaboración de la kombucha, siempre se habla de primera y segunda fermentación.

La primera fermentación simplemente describe el proceso de hacer kombucha junto con el scoby.

Recetas con kombucha

La receta básica de mi primer artículo sirve como base para cualquier variación que te gustaría hacer.

Si quieres darle a esta kombucha básica un sabor especial, hay que iniciar una segunda fermentación.

El truco de la segunda fermentación es aumentar brevemente el contenido de azúcar de la kombucha básica con la ayuda de fruta. Los numerosos microorganismos de la kombucha básica se alimentan de este azúcar natural y muy rápidamente se produce ácido carbónico. Los nuevos nutrientes dan como resultado una segunda y más rápida fermentación. Puedes utilizar frutas según tu gusto y ponerte a experimentar.

¡Ojo! Estas recetas no sirven para la preparación (es decir, la fermentación) de la kombucha, sino son recetas para las cuales se usa la bebida de kombucha terminada - sin el hongo del té (scoby). De esta manera se puede combinar la kombucha con ingredientes que el propio hongo no toleraría durante el proceso de la primera fermentación.

La llamada segunda fermentación comienza con el producto final que consigues al hacer la receta de la kombucha básica. Aquí tienes la posibilidad de añadir algo de sabor a tu kombucha casera. Para ello sólo tienes que poner algunas frutas o hierbas de tu elección en tu bebida de kombucha.

Se puede añadir frambuesas, fresas, cerezas, kiwi o otras frutas secas a la bebida fermentada. También suelo hacer kombucha de jengibre y de menta.

La bebida adquiere un color diferente y se apodera del sabor de la fruta que has elegido.

Con un poco de creatividad le puedes dar un toque diferente o incluso un carácter completamente nuevo.

Más truquitos:

  • Si quieres menos gas, abres la tapa una vez al día para que el gas se pueda escapar.

  • Si quieres que tu kombucha sea un poquito más refrescante, guárdala en vasos o botellas que se pueden cerrar herméticamente y déjalos a temperatura de ambiente de nuevo durante 2-3 días para que se pueda formar dióxido de carbono – el gas que hace que la kombucha sea súper refrescante.

  • Recomiendo utilizar tarros de cristal con una boca ancha. De lo contrario, el ácido carbónico puede causar una pequeña "explosión" al abrir.  Con una abertura grande, la presión se escapará muy rápidamente y no pasará nada.

 Recetas para refinar tu kombucha con frutas y hierbas

Las cantidades están indicadas para 1 litro de kombucha.

Kombucha con menta y melocotón

  •  1 melocotón fresco cortado en pequeños trozos

  • 1 ramita de menta fresca

Kombucha con albahaca y fresa

  • 1 puñado de fresas

  • 4 hojas de albahaca

Kombucha con lavanda y frutos rojos

  • 1 puñado de frutos rojos

  • 1 cucharadita de flores de lavanda

Kombucha con sandía y romero

  • 1 puñado de sandía cortada en pequeños trozos

  • 1 ramita de romero

Kombucha con jengibre, limón y miel

  • 1 trozo de jengibre del tamaño del pulgar rallado

  • Zumo de limón recién exprimido

  • 2 cucharadas soperas de miel

Preparación:

  1. Coge un tarro o una botella de cristal grande.

  2. Corta la fruta en trozos pequeños.

  3. Llena la botella o el tarro de cristal con las respectivas frutas y hierbas que hayas elegido.

  4. Rellena la botella con tu kombucha base.

  5. Cierra bien la botella.

  6. Déjalo fermentar durante 2 días en un lugar oscuro.

  7. Para terminar el proceso de fermentación, mételo en la nevera.

  8. Bien fría es como más rica sabe la kombucha. La puedes tomar así o con cubitos de hielo y / o mezclado con agua.

Prueba como más te gusta.

Importante: Las frutas que utilizas deben ser bien maduras para que añadan un sabor dulce.

Si finalmente tienes varios litros de kombucha en casa, puedes detener la segunda fermentación enfriando la kombucha. Mete las botellas en la nevera.  Allí la puedes guardar durante varias semanas.

Mi sabor favorito es la kombucha de té negro con jengibre y limón. Me gusta mucho el toque picante que le da el jengibre. También me gusta la kombucha con un poco de zumo de pomelo recién exprimido para darle un sabor aún más agrio y más refrescante.

¡La creatividad no conoce límites!

 


 

 

 

 

 

Anterior
Anterior

10 errores a evitar al hacer kombucha casera

Siguiente
Siguiente

Un snack saludable: Peras secas como fuente de energía