Los top 10 alimentos antiinflamatorios
¿Qué es la inflamación? “La inflamación” explicada en detalle:
¡Cómo una dieta antiinflamatoria puede ayudar a combatir las infecciones crónicas!
La inflamación es la causa de muchas enfermedades. Lo que muchos no saben es que con una dieta equilibrada y específica se puede reducir considerablemente los niveles de inflamación en el cuerpo y así fortalecer el sistema inmune.
Acné, alergias de todo tipo, bronquitis, esclerosis múltiple, la enfermedad de Alzheimer, hipertensión arterial, osteoporosis, un constante nivel de estrés: Hay cientos de enfermedades que se relacionan directamente con la inflamación crónica.
La inflamación puede presentarse con un solo síntoma o puede afectar a todo el cuerpo.
Ejemplos:
Artritis = inflamación de las articulaciones
Gastritis = inflamación del estómago
Otitis = inflamación de los oídos
Cistitis = inflamación de la vejiga
¿Qué es la inflamación?
Para empezar: Te sonará raro, pero es así: Las inflamaciones no son tan malas como su reputación: un proceso inflamatorio es una reacción natural de defensa del cuerpo contra daños externos y sustancias nocivas. La inflamación, por lo tanto, no es realmente una enfermedad, sino una respuesta de autoprotección del cuerpo.
¿Qué pasa durante un proceso inflamatorio?
Primero se reduce el flujo sanguíneo en la zona afectada, pero esta misma zona es suministrada con una mayor cantidad de sangre poco después. Esto hace posible que los glóbulos blancos – que son las células de defensa de nuestro propio cuerpo - llegan al foco de la inflamación. Por lo tanto, la inflamación es en realidad una de las funciones vitales del cuerpo que nos mantiene sanos.
Seguro que alguno de vosotros conoce este sentimiento de malestar general y calor al mismo tiempo o los ganglios hinchados…. a mí esto me pasa de vez en cuando. Son señales que el cuerpo se ha puesto en modo de auto curación. En este momento está dando todo para no ponerse malito. El cuerpo produce una reacción inmunológica intentando reparar el daño. Y muchas veces lo consigue.
La inflamación puede manifestarse de diferentes formas: como enrojecimiento en la zona afectada, con calor, como dolor, como hinchazón o con una disfunción.
Las inflamaciones son esenciales para la supervivencia, sin ellas nuestro cuerpo no sería capaz de sobrevivir mucho tiempo.
No obstante, la inflamación se convierte en un problema importante cuando se vuelve crónica o cuando se produce con demasiada frecuencia ya que puede ir debilitando al cuerpo. La inflamación puede convertirse en uno de los mayores riesgos para la salud. La inflamación crónica es una causa importante de numerosas enfermedades crónicas y reduce la calidad de vida considerablemente. También hay procesos inflamatorios ocultos que a menudo corren silenciosamente y casi sin ser notados y que, con el tiempo, causan grandes daños al cuerpo. Tener que luchar constantemente contra procesos inflamatorios es bastante agotador para nuestro organismo.
Nuestras células inmunes forman la defensa propia del cuerpo y lo protegen de las amenazas de dentro y de fuera. Nuestro sistema inmune solamente es capaz de protegernos contra estos daños porque es tan flexible y tan eficaz en su actuación contra los microorganismos que quieren hacernos daños.
Cuidar la dieta y añadir alimentos antiinflamatorios puede ayudar a prevenir y a reducir inflamaciones en el cuerpo.
Los 10 top alimentos antiinflamatorios
La alimentación probablemente es el arma más importante para combatir la inflamación.
Estos valores se pueden influir a través de la ingesta de determinados alimentos:
Alto ORAC: Una medida de la capacidad antioxidante de un alimento.
Aumento de las propias enzimas antioxidantes del cuerpo
Aumento del glutatión, el principal antioxidante del cuerpo
Aumento de la autofagia (recogida de residuos autóctonos)
Reducción de la producción de los radicales libres
Probablemente conoces la mayoría de los mejores alimentos antiinflamatorios y los estás tomando de vez en cuando, pero no eres consciente de sus poderes curativos. Si consigues incluirlo en tu vida, ya estás haciendo mucho para evitar o curar una posible inflamación en el cuerpo.
1. Cúrcuma
La cúrcuma es EL superalimento para reducir la inflamación en el cuerpo. Sus beneficios para la salud se han demostrado en muchos estudios científicos. Aquí puedes leer sobre los 10 beneficios probados de la cúrcuma.
Funciona de manera muy parecida a la aspirina y el ibuprofeno e inhibe la formación de sustancias que promueven las inflamaciones.
Muchos lo utilizan como suplemento alimenticio, pero su valor de incluirlo en la dieta diaria está muy subestimado. Aquí tienes una receta para hacer una bebida antiinflamatoria de Indonesia: El jamu. Yo suelo prepararlo una vez a la semana y me tomo todos los día un poquito.
2. Jengibre
El jengibre tiene efectos muy parecidos a la cúrcuma y es mi alimento antiinflamatorio favorito. El jengibre y la cúrcuma se complementan perfectamente. A la hora de cocinar funcionan muy bien juntos. El jamu también contienen jengibre. Esta combinación ha demostrado ser particularmente eficaz para las enfermedades reumáticas y las enfermedades inflamatorias crónicas del intestino. Además, fortalece el sistema inmune considerablemente. Desde que tomo el jamu y los Shots de jengibre y limón noto que no me pongo enferma tan fácilmente como antes. Aquí encuentras todas las propiedades y beneficios del jengibre.
3. Ajo
La cocina china muchas veces combina el ajo y el jengibre. Se supone que esto aumenta el efecto antiviral.
El efecto antiviral y antibacteriano del ajo para combatir los síntomas más comunes de la gripe y de los resfriados ha sido científicamente probado. Contiene un montón de ingredientes beneficios para un buen funcionamiento del cuerpo: potasio, yodo, selenio, calcio, zinc, magnesio y hierro. Las vitaminas A, B, C y sustancias vegetales secundarias como los sulfuros también tienen efectos antivirales y antiinflamatorios.
El ajo contiene el antibiótico natural más fuerte que se encuentra en la naturaleza: la alicina, un compuesto de azufre. Debido a su efecto antiviral y antibacteriano, el ajo puede ser utilizado para una amplia gama de enfermedades infecciosas. Así, la planta medicinal es capaz de combatir los gérmenes en las infecciones de las vías respiratorias como los resfriados, la bronquitis, la tos, el dolor de garganta o la gripe, así como en las infecciones de las vías urinarias como la cistitis.
Se dice que con este remedio natural, los síntomas pueden reducirse más rápidamente. El ajo fortalece el sistema inmune y acelera la curación de las infecciones.
4. Vinagre de manzana
Además, limpia los nódulos linfáticos, lo que es útil, por ejemplo, en el caso de las alergias y para bajar la inflamación en general. La interacción de los microorganismos vivos (bacterias del ácido láctico, hongos de levadura, bacterias del ácido acético) hace del vinagre de manzana sea un alimento probiótico, digestivo, nutritivo y saludable. Y sirve sobre todo ahora para combatir los virus y las bacterias.
5. Hongos medicinales
Hay muchos hongos medicinales que se pueden utilizar en la cocina y que también tienen efectos medicinales: entre ellos están el shiitake, el maitake y el reishi. Los triterpenos que están presentes en estos hongos tienen un fuerte efecto antiinflamatorio en el cuerpo humano. Protege contra microorganismos dañinos, lo cual les hacen un antiinflamatorio natural muy poderoso. Se puede tomar como té o cómo jarabe o como polvo en smoothies. Aquí tienes unas ideas para incluir el reishi en tu dieta diaria.
6. Pescados
Los científicos han descubierto un agente antiinflamatorio en los aceites de caballa, salmón y otros pescados grasos.
Los pescados de agua salada (preferiblemente peces pequeños) son ricos en ácidos grasos de omega 3, conocidos por sus propiedades antiinflamatorias. Esto hace que el pescado, las algas y los mariscos sean alimentos perfectos para reducir la inflamación, las enfermedades metabólicas y los trastornos autoinmunes.
Los ácidos grasos omega-3 se encuentran también en el aceite de cáñamo, aceite de linaza y nueces. El llamado ácido alfa-linolénico es capaz de neutralizar el ácido araquidónico, un ácido graso insaturado cuádruple, que se considera como la causa de muchos procesos inflamatorios.
7. Semillas de lino
Las semillas de lino básicamente consisten solamente de ácidos grasos de omega 3 (vegetales), fibras dietéticas y proteínas vegetales. Tienen un efecto muy saciante, ya que se hinchan rápidamente en el agua. En el agua también forman una especie de moco, como se puede saber de las semillas de chía, que tiene un efecto ligeramente laxante. Se dice que pueden inhibir la liberación de prostaglandinas - hormonas que causan inflamación y dolor y que provocan calambres. Esto se debe a su muy alto contenido en ácidos grasos, como el omega 3 que es un antiinflamatorio natural y que calma el dolor abdominal.
Una o dos cucharaditas de semillas de lino, por ejemplo, mezcladas con el muesli o encima de una ensalada pueden hacer el efecto deseado.
8. Tomates
Cuando se calientan los tomates, las células del tomate liberan esta sustancia: el licopeno. El licopeno pertenece a los carotenoides y es uno de los depuradores de radicales libres más fuertes del planeta.
9. Aceite de oliva
Los ácidos grasos monoinsaturados que contiene un buen aceite de oliva promueven la circulación sanguínea, reducen los niveles de colesterol y aumentan los niveles de azúcar en la sangre.
También contiene vitamina E y polifenoles, que, al igual que la cúrcuma, inhiben las vías de señalización de la inflamación.
10. Limón
Una parte de la ingesta diaria de agua puede ser con agua de limón. El agua de limón acelera la desacidificación y la eliminación de sustancias problemáticas. El limón tiene un efecto antiinflamatorio, de modo que el agua de limón mata varios pájaros de un tiro.
Alimentos que promueven la inflamación
Es cierto que los alimentos antiinflamatorios pueden compensar hasta cierto punto los efectos negativos de los alimentos proinflamatorios. Esto implica que en el caso de una persona sana no pasa absolutamente nada por comerse una hamburguesa o comida procesada de vez en cuando.
Sin embargo, si ya sufres de una enfermedad inflamatoria crónica, debes aplicar sistemáticamente una dieta antiinflamatoria y evitar sistemáticamente los alimentos que promueven la inflamación.
Estos alimentos son, sobre todo, alimentos procesados industrialmente de todo tipo, como dulces (y todo los otro alimentos que contengan azúcar), salsas preparadas, pizza, salchichas, queso, yogures de fruta y productos lácteos similares, trigo... y muchísimos más.
Además, en general, los productos animales deben reducirse en una dieta antiinflamatoria, ya que la carne o algunos productos lácteos contienen mucho ácido araquidónico, que puede causar inflamación.
¿Qué hace el sistema inmune cuando está trabajando bien?
Siempre que se producen daños (lesiones, traumas), se detectan partículas extrañas en el cuerpo (alérgenos, toxinas, metales pesados) o microorganismos (patógenos como bacterias, virus y parásitos) y se activa el sistema inmune.
Nuestro organismo examina estas partículas externas de cerca y si hace falta – para decirlo de forma visual – hace una llamada de emergencia a las células carroñeras, las células T y las células B que producen anticuerpos.
Además, se aumenta la circulación de la sangre en la zona del cuerpo que está afectada por la inflamación para que más nutrientes y células inmunes sean llevadas al foco de la inflamación.
La inflamación puede producirse localmente (en un daño externo como por ejemplo una herida), pero también internamente (en el caso de la fiebre o en otros trastornos metabólicos).
¿Cuáles son las causes de la inflamación?
La inflamación puede tener varias causas, entre muchos otros: los virus, las bacterias, sustancias químicas como venenos o ácidos, calor y frío: todas irritan o dañan el tejido. Los síntomas de una inflamación son dolores de todo tipo, fiebre, sensación de malestar, hinchazón, enrojecimiento de la piel, calor entre muchos otros.
La inflamación crónica
Sin la inflamación nuestro cuerpo no sería capaz de reaccionar tan rápidamente para activar sus defensas. Normalmente una inflamación se detecta, se combate y luego vuelve a desaparecer.
Sin embargo, el problema de nuestra vida moderna y nuestro estilo de vida es que la inflamación se está volviendo cada vez más crónica.
En la inflamación crónica, el estrés oxidativo en el cuerpo aumenta mucho.
La inflamación crónica significa estrés para el cuerpo, lo que conlleva que los vasos sanguíneos se estrechasen y limitan el flujo de sangre.
Las 6 principales causas de la inflamación crónica
Enfermedades autoinmunes
Problemas intestinales
Falta de desintoxicación del hígado
Sobrepeso y alimentos procesados
Estrés psicológico en la vida cotidiana
Problemas de sueño o falta continua de sueño
¿Qué enfermedades crónicas están relacionadas con la inflamación?
Casi todas las enfermedades crónicas están acompañadas de una inflamación crónica.
Se suelen recetar medicamentos antiinflamatorios como la aspirina, el ibuprofeno y el paracetamol para este tipo de enfermedades, pero muchas de los síntomas relacionadas con estas enfermedades se pueden reducir con la alimentación.
Diabetes de tipo 2
Presión arterial alta
Sobrepeso
Osteoporosis
Neurodermatitis
Bronquitis y asma
Alergias
Síndrome del intestino irritable
Síndrome del intestino con fugas
Enfermedades autoinmunes como hashimoto, artritis reumatoide
Parkinson
Migraña y dolores de cabeza
Deficiencias de nutrientes que afectan la capacidad antioxidante del cuerpo: vitamina C, vitamina D, vitamina E, zinc, selenio, cobre, manganeso, cisteína
Las inflamaciones en el cuerpo pueden medirse con un análisis de sangre (CRP, TNF-α, IL-1ß, IL-6, AP) en el consultorio del médico.
La inflamación y el estilo de vida
Las enfermedades inflamatorias crónicas como la artritis están adquiriendo proporciones epidémicas en el mundo occidental. Esto hace que los científicos estén más ansiosos por estudiar las conexiones entre la inflamación y el estilo de vida. Se considera que los errores típicos de la dieta occidental son una causa importante del desarrollo de la inflamación y el inicio de muchas enfermedades crónicas.
Hazte las siguientes preguntas:
¿Te despiertas con energía y bien descansada por la mañana?
¿Te recuperas rápidamente de una sesión de deporte?
¿Te consideras resistente al estrés?
¿Aguantas bien sin comer un periodo tiempo más largo de lo normal?
Si puedes responder la mayoría de estas preguntas con sí, es probable que no tienes ningún proceso inflamatorio en activo.
Si tus respuestas son un “no”, puede ser que la inflamación sea la causa de esto.
Pero, no te preocupes: ¡Hay remedio!
Ante todo, la solución para combatir la inflamación muchas veces no se encuentra en la medicina convencional, sino en el estilo de vida: además de un buen sueño, la reducción activa del estrés y mucho tiempo en la naturaleza, es especialmente importante cuidar la alimentación y así ayudar al cuerpo a controlar la inflamación.
La inflamación y el rendimiento deportivo
La inflamación crónica no solamente afecta a personas con enfermedades serias, sino también a gente supuestamente sana, como los atletas y las personas que hacen deporte.
Crecen nuevas células inmunes y se producen más enzimas antioxidantes. Además, el deporte también aumenta la autofagia (eso significa que los desechos propios de la célula se eliminan).
Normalmente personas que practican deporte a menudo son más capaces de superar una inflamación que las que se mueven menos.
No obstante, el deporte en sí mismo también significa un poco de estrés oxidativo para los músculos.
En el caso de las agujetas, los músculos grandes sufren y contienen demasiada acidez. Esto también se considera una inflamación. Por lo tanto, es súper importante dejarle descansar al cuerpo entre las diferentes sesiones de deporte.